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Akko, la ciudad que enamoró a Napoleón Una muralla que mira al Mediterráneo .Las olas del Mediterráneo rompen contra los antiguos muros de Akko y salan sus paredes de piedra construidas con trabajo de resistencia heroica.
Entre los muros, fortaleza y asilo la ciudad tiene un sello especial por la huella dejada por todos los pueblos que la recorrieron, dejando construcciones impresionantes que la embellecen hasta hoy. Por estos motivos la UNESCO la considera desde 2001 "Patrimonio de la Humanidad.
La visita es parte de la vivencia israelí. Aquí se encuentran el oriente y el occidente, lo nuevo y lo viejo, el lujo y la destrucción que le agregan "algo más"; una selección de espacios turísticos, la convierten en un lugar excitante y pleno en acontecimientos. En cada esquina, espera una aventura o una atracción interesante.
Napoleón no pudo con Akko, era una de las ciudades más importantes de la antigüedad. Distintas culturas encontraron su casa en ese marco; los cruzados la conquistaron y los otomanos vivieron allí durante muchos años. También Napoleón Bonaparte intentó poner sus manos sobre Akko y conquistarla pero después de dos meses de sitio, sus intentos se vieron frustrados y, avergonzados, los franceses abandonaron la idea.
La apasionante historia vivida en sus calles, la herencia que dejaron sus conquistadores, las estructuras edilicias sólidas, y los santuarios, son sólo una parte de la vivencia que ofrece la ciudad.
Entre las callejuelas y los túneles subterráneos, están ubicadas una gran mezquita y una orden cristiana, baños turcos, grandes salones de los Templarios junto a una gruta y descubrimientos arqueológicos impresionantes. A todo esto, se agregan museos e iglesias, una serie de hoteles cerca de la costa, la marina, restaurantes y un puerto de pescadores excitante y pintoresco.
La Mezquita de Al Jazzar .Cada año se organizan coloridos festivales, que atraen a miles de visitantes y turistas del mundo. Entre las viejas callejuelas, funciona un mercado, muy conocido y bullicioso, que en los fines de semana está muy activo. Allí se encuentra un restaurante de humus muy famoso en el país, y en el puerto de pescadores hay otros que ofrecen pescados atrapados en la red la noche anterior.
Muy cerca de la ciudad se encuentra el jardín Baha'i, cuidado y sorprendente. Vale la pena, pasear por sus senderos y disfrutar de las especies maravillosas que allí se encuentran.
Akko es una ciudad mágica y en el atardecer se pueden disfrutar de esquinas románticas, paseos por la costa y sentir una gran felicidad interior.
Fuente: PEKER
Entre los muros, fortaleza y asilo la ciudad tiene un sello especial por la huella dejada por todos los pueblos que la recorrieron, dejando construcciones impresionantes que la embellecen hasta hoy. Por estos motivos la UNESCO la considera desde 2001 "Patrimonio de la Humanidad.
La visita es parte de la vivencia israelí. Aquí se encuentran el oriente y el occidente, lo nuevo y lo viejo, el lujo y la destrucción que le agregan "algo más"; una selección de espacios turísticos, la convierten en un lugar excitante y pleno en acontecimientos. En cada esquina, espera una aventura o una atracción interesante.
Napoleón no pudo con Akko, era una de las ciudades más importantes de la antigüedad. Distintas culturas encontraron su casa en ese marco; los cruzados la conquistaron y los otomanos vivieron allí durante muchos años. También Napoleón Bonaparte intentó poner sus manos sobre Akko y conquistarla pero después de dos meses de sitio, sus intentos se vieron frustrados y, avergonzados, los franceses abandonaron la idea.
La apasionante historia vivida en sus calles, la herencia que dejaron sus conquistadores, las estructuras edilicias sólidas, y los santuarios, son sólo una parte de la vivencia que ofrece la ciudad.
Entre las callejuelas y los túneles subterráneos, están ubicadas una gran mezquita y una orden cristiana, baños turcos, grandes salones de los Templarios junto a una gruta y descubrimientos arqueológicos impresionantes. A todo esto, se agregan museos e iglesias, una serie de hoteles cerca de la costa, la marina, restaurantes y un puerto de pescadores excitante y pintoresco.
La Mezquita de Al Jazzar .Cada año se organizan coloridos festivales, que atraen a miles de visitantes y turistas del mundo. Entre las viejas callejuelas, funciona un mercado, muy conocido y bullicioso, que en los fines de semana está muy activo. Allí se encuentra un restaurante de humus muy famoso en el país, y en el puerto de pescadores hay otros que ofrecen pescados atrapados en la red la noche anterior.
Muy cerca de la ciudad se encuentra el jardín Baha'i, cuidado y sorprendente. Vale la pena, pasear por sus senderos y disfrutar de las especies maravillosas que allí se encuentran.
Akko es una ciudad mágica y en el atardecer se pueden disfrutar de esquinas románticas, paseos por la costa y sentir una gran felicidad interior.
Fuente: PEKER
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